lunes, 17 de octubre de 2022

LA LITERATURA ROMÁNTICA (I): LA PROSA LITERARIA

      
    Dentro del Romanticismo mostró también un desarrollo importante el cultivo de la prosa literaria, bajo los siguientes formatos: 

a) NOVELAS HISTÓRICAS, que surgen como muestra de la evasión que tanto defendían los autores románticos. En muchas ocasiones, los personajes y los acontecimientos llevan al lector hasta la época medieval. Responde este hecho a la idealización de la forma de vivir en épocas lejanas, en las que triunfaba la lealtad, la generosidad y el heroísmo, inexistentes en la hipócrita y materialista sociedad burguesa. Enrique Gil y Carrasco publicó, en esa época, El señor de Bembibre. 


b) LEYENDAS: relatos poco extensos en los que se mezcla algún elemento real con otros ficticios. G. A. Bécquer fue el principal cultivador de este subgénero narrativo. Cada narración recoge los rasgos temáticos y formales más característicos del Romanticismo (subjetividad, evasión, estética de lo feo, misterio...).    


c) ARTÍCULOS DE COSTUMBRES: se trata de textos periodísticos en los que se somete a juicio la retrasada sociedad en la que viven los españoles del siglo XIX. El autor más destacado en este género fue Mariano José de Larra, quien aproxima sus artículos de costumbres al cuento, al introducir en ellos una pequeña trama con personajes-tipo  y diálogos literarios. Con su labor denunció temas tan polémicos en ese momento como:  la censura, la pena de muerte, la mala educación, la pereza...

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En la página 205, podéis un fragmento de uno de los artículos más conocidos de Larra, El castellano viejo, donde se denuncia la mala educación. Observad el uso literario del lenguaje. 

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